miércoles, 29 de abril de 2009


EL CUENTO DEL CUENTO: ES QUE GABO ES EL MEJOR ESCRITOR COLOMBIANO DEL SIGLO xx


SIEMBRA DEL ARBOL DE LA POESIA

EN HOMENAJE AL DÍA DE LA TIERRA
(22 DE ABRIL)
Y COMO RECUERDO DE ESTE DÍA TAN EMOTIVO, LLENO DE POESIA, PALABRAS Y AMISTAD

LOS POETAS Y ESCRITORES, DEJARON ALLI, EN EL ESPIRITU DEL ARBOL, SUS MEJORES SUEÑOS Y SUS MÁS PRECLARAS INTENCIONES


FUE UN RITUAL MÁGICO, UN INSTANTE ÚNICO
LLENO DE IMAGOS Y ESPÍRITUS, DE MISTICISMO Y DE PALABRAS


UN ARBOL DE GUALANDAY, SEMABRARON LOS POETAS Y ESCRITORES EN TIMBIO,


LA TIERRA, LA SAL DE LA VIDA, LA SANGRE DE TODO,
VOLVÍO A SU LUGAR EN MANOS DE LOS POETAS.



instantes que valen siglos

Este es el Poema
Instantes
de Norteamericana de Kentucky Nadine Stair
Y que muchos le atribuyena Jorge Luis Borges


Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
Tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera
y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

fotos Encuentro Regional de Escritores en Timbio Cauca

El 22 de abril, para celebrar el día del libro, el día del idioma y el día del bibliotecario,
la Escuela de Formación Literaria de Timbio, invitó a más de 50 autores del Cauca a un encuentro regional en las instituciones educativas de este municipio.

Los escritores conversaron con estudiantes del colegio San Antonio de Padua, donde recibieron un homenaje por parte de docentes y alumnos en el patio de banderas.


Luego visitaron La Institución Educativa Concentración Guillermo Valencia, donde se leyeron poemas, se visitaron las aulas, se contestaron preguntas, y se habló del oficio de leer y escribir.



Grupo de Escritores y poetas presentes en el Encuentro Regional de Escritores.

en su gran mayoría, miembros de la ACE



lunes, 27 de abril de 2009

Silencio de serpientes sobre el tesoro”.



por FELIPE GARCÍA QUINTERO

Con un verso de Carlos Illera Benavides (1957-1999) quisimos titular un libro que no es una antología de poetas o de poemas; pues se trató mejor de una muestra panorámica de la lírica contemporánea en Popayán. Poesía escrita durante las tres últimas décadas, por hombres y mujeres cercanos a la ciudad, quienes han tenido o aún mantienen sus vínculos con ella, bien sean afines o diferentes al de compartir el determinante territorial, que antes condicionaba la adscripción de un autor al lugar de nacimiento, impidiendo incorporar al patrimonio cultural local la participación de aquellos otros, sin cuya presencia la literatura de las regiones sería más insular de lo que es hoy la cultura en Colombia. Por tanto que la noción de frontera la hemos ampliado al máximo, aunque la restricción impuesta se mantenga bajo el escenario que da cobijo a los autores/as convocados en torno al hecho de ser habitados por la ciudad. En todo caso, el registro de obras poéticas allí reunido se debe considerar como un amplio escenario de la expresión artística de más arraigo en la práctica letrada de Popayán que, pese a su importancia, no cuenta con una memoria impresa de su marcha reciente por la historiografía regional de la literatura.Si bien la transterritorialidad es un factor presente en la actual literatura regional, todavía no es posible prescindir de ciertos marcos que permiten definir el corpus de libros que el tiempo encuaderna en un orden, no siempre útil a los propósitos editoriales de un horizonte amplio y diverso como el de nuestro panorama. Por ello, los límites cronológicos (poetas nacidos a partir de 1945 y cuya obra se haya editada de 1975 al 2005), se fundamentaron en la necesidad de difundir la producción literaria de poetas parcialmente conocidos en nuestro medio y de otros tantos, noveles e inéditos, que a la fecha pueden dar fe de una madurez en la expresión artística, no lejana de compartir las búsquedas y los hallazgos de la actual lírica colombiana.De tal suerte que el registro del libro dio cobijo al menos a tres nuevas promociones de escritores, cuyas obras se encuentran sin definición contextual y temática, puesto que al no haber sido aún estudiados sus elementos con la atención crítica particular que ello merece, sobre su actualidad puede recaer un manto de sombra que los convierte en nuevos desconocidos ante la mirada del lector. Y no obstante el creciente reconocimiento local y nacional de algunos poetas, tanto éstos como los demás autores/as continúan siendo poco visibles por no contar con canales permanentes de difusión masiva, o de estudios especializados que hagan más próximas sus obras para el conocimiento de sus características y valores. Esto ocurre porque históricamente el desarrollo de la literatura en Popayán ha carecido de un aparato crítico que la revise, seleccione y ordene en un corpus actual de obras, autores, estilos, lenguajes y periodos. A su vez, nuestro libro representa una múltiple renovación estética, no por ello superada aunque sí separada del antiguo canon —Valencia, Maya, Martán Góngora, principalmente— bajo lo proteico de su singular pluralidad estilística y temática. Asunto que, insistimos, deberá estudiarse a partir de una revisión decantada de sus aportes. Sobre este aspecto, nosotros arriesgamos un breve comentario introductorio a la poética de cada uno de los autores/as, condicionado por la valoración de un análisis más amplio y profundo, de necesaria elaboración, pero al momento no realizado porque la muestra resulta insuficiente debido al criterio de acoger la pluralidad panorámica antes que otro valor de tipo estético o temático, de lo cual habría resultado un libro muy diferente al editado; tendría, de seguro, más poemas y menos autores. Y en atención a dicha circunstancia, remitimos al epílogo de Omar Lasso Echavarría, titulado “La nueva poesía en la crisis de la ciudad letrada”; que se constituye en el primer intento por ordenar de modo crítico la poesía de la última generación de escritores en Popayán. Así también nuestra pretensión editorial buscó, además de agrupar la multiplicidad poética contemporánea y lograr su divulgación y conocimiento, constituir los puentes para un contacto generacional menos interrumpido que el camino hasta ahora por todos transitado, desde el anonimato de un oficio desprovisto de la atención comercial, que hace de la poesía un género casi sin lectores.Sobre la muestra de obras y poetas, aclaramos también que fue realizada con el criterio de un editor partícipe de un acto que bien puede definir un momento de transición en el desarrollo de la literatura caucana. Aunque esta circunstancia no nos exima de haber cometido alguna omisión, no siempre advertida. No obstante, figuran allí los nombres necesarios para reanudar el diálogo entre autor y lector suspendido durante medio siglo, al considerar que la mejor investigación, ya clásica, sobre la poesía y el periodismo literario, fue realizada por José Ignacio Bustamante en el año 1955, bajo el título de “La poesía en Popayán”.El interregno de cinco décadas de silencio editorial que media a partir de esa fecha y el nuestro libro, es un periodo caracterizado por la emergencia de nuevos autores y la ausencia de panoramas y antologías en todos los géneros de la literatura regional. No obstante, es necesario anotar también que en 1987 aparece una antología de poetas caucanos, que sin embargo no alcanza a renovar el panorama de la época; pues en esa ocasión el antólogo viene a replicar de forma parcial y resumida el trabajo de Bustamante. Y sin el alcance historiográfico y crítico, de que carecen el prólogo y las entradas a los autores/as, estimamos que este último trabajo comentado poco contribuyó al propósito de remozar el corpus de obras y escritores conocidos en la región, tal y como podría suponer es el objeto de una antología de fin de siglo. La excepción la constituye una muestra muy breve de la poesía joven del momento, representada en las voces de Gustavo Wilches (1954) y Cristóbal Gnecco (1960). Sin embargo, anotamos de nuevo, que al no incorporar otros nombres visibles en el contexto local y nacional de entonces —verbi gratia Plutarco Elías Ramírez (1933-1968), Víctor Paz (1945), Horacio Benavides (1949)—, la historiografía de la poesía en Popayán y el Cauca, deja la fuerza expresiva y el poder imaginativo del presente en manos de la contención y el repliegue propio de una mentalidad extemporánea, que estima la tradición poética como un “continuom” sin variedad y en función única de la defensa de una pretendida esencialidad y pureza original de sus fuentes, sin advertir siquiera el movimiento constante que la renueva desde otros ámbitos con sus cambios y transformaciones vitales. Frente a lo expuesto hasta ahora, “Silencio de serpientes sobre el tesoro” es un libro de voces múltiples; diverso en estilos; desigual en calidades; explorador de formas estéticas y modos de pensamiento nuevos, bien o poco conquistados, pretende por el contrario de lo anterior dar cuenta al menos de manera documental, de una mirada vasta, y en parte decantada, de la poesía escrita en Popayán durante un tiempo histórico reciente, que reiteramos, no ha contado con una lectura crítica que la analice. Frente a este problema, sólo las escasas publicaciones periódicas locales sostenidas con tenacidad, y otras de menor duración, que sin embargo aún mantienen un mínimo nivel de circulación entre un grupo reducido de lectores, han contribuido a que la creación poética tenga vida en la realmente modesta actividad cultural de la ciudad, y ahora este testimonio de su presencia, que debe acogerse, insistimos en señalarlo, como una aproximación parcial del tema. Con un verso de Carlos Illera Benavides (1957-1999) quisimos titular un libro que no es una antología de poetas o de poemas; pues se trató mejor de una muestra panorámica de la lírica contemporánea en Popayán. Poesía escrita durante las tres últimas décadas, por hombres y mujeres cercanos a la ciudad, quienes han tenido o aún mantienen sus vínculos con ella, bien sean afines o diferentes al de compartir el determinante territorial, que antes condicionaba la adscripción de un autor al lugar de nacimiento, impidiendo incorporar al patrimonio cultural local la participación de aquellos otros, sin cuya presencia la literatura de las regiones sería más insular de lo que es hoy la cultura en Colombia. Por tanto que la noción de frontera la hemos ampliado al máximo, aunque la restricción impuesta se mantenga bajo el escenario que da cobijo a los autores/as convocados en torno al hecho de ser habitados por la ciudad. En todo caso, el registro de obras poéticas allí reunido se debe considerar como un amplio escenario de la expresión artística de más arraigo en la práctica letrada de Popayán que, pese a su importancia, no cuenta con una memoria impresa de su marcha reciente por la historiografía regional de la literatura.Si bien la transterritorialidad es un factor presente en la actual literatura regional, todavía no es posible prescindir de ciertos marcos que permiten definir el corpus de libros que el tiempo encuaderna en un orden, no siempre útil a los propósitos editoriales de un horizonte amplio y diverso como el de nuestro panorama. Por ello, los límites cronológicos (poetas nacidos a partir de 1945 y cuya obra se haya editada de 1975 al 2005), se fundamentaron en la necesidad de difundir la producción literaria de poetas parcialmente conocidos en nuestro medio y de otros tantos, noveles e inéditos, que a la fecha pueden dar fe de una madurez en la expresión artística, no lejana de compartir las búsquedas y los hallazgos de la actual lírica colombiana.De tal suerte que el registro del libro dio cobijo al menos a tres nuevas promociones de escritores, cuyas obras se encuentran sin definición contextual y temática, puesto que al no haber sido aún estudiados sus elementos con la atención crítica particular que ello merece, sobre su actualidad puede recaer un manto de sombra que los convierte en nuevos desconocidos ante la mirada del lector. Y no obstante el creciente reconocimiento local y nacional de algunos poetas, tanto éstos como los demás autores/as continúan siendo poco visibles por no contar con canales permanentes de difusión masiva, o de estudios especializados que hagan más próximas sus obras para el conocimiento de sus características y valores. Esto ocurre porque históricamente el desarrollo de la literatura en Popayán ha carecido de un aparato crítico que la revise, seleccione y ordene en un corpus actual de obras, autores, estilos, lenguajes y periodos. A su vez, nuestro libro representa una múltiple renovación estética, no por ello superada aunque sí separada del antiguo canon —Valencia, Maya, Martán Góngora, principalmente— bajo lo proteico de su singular pluralidad estilística y temática. Asunto que, insistimos, deberá estudiarse a partir de una revisión decantada de sus aportes. Sobre este aspecto, nosotros arriesgamos un breve comentario introductorio a la poética de cada uno de los autores/as, condicionado por la valoración de un análisis más amplio y profundo, de necesaria elaboración, pero al momento no realizado porque la muestra resulta insuficiente debido al criterio de acoger la pluralidad panorámica antes que otro valor de tipo estético o temático, de lo cual habría resultado un libro muy diferente al editado; tendría, de seguro, más poemas y menos autores. Y en atención a dicha circunstancia, remitimos al epílogo de Omar Lasso Echavarría, titulado “La nueva poesía en la crisis de la ciudad letrada”; que se constituye en el primer intento por ordenar de modo crítico la poesía de la última generación de escritores en Popayán. Así también nuestra pretensión editorial buscó, además de agrupar la multiplicidad poética contemporánea y lograr su divulgación y conocimiento, constituir los puentes para un contacto generacional menos interrumpido que el camino hasta ahora por todos transitado, desde el anonimato de un oficio desprovisto de la atención comercial, que hace de la poesía un género casi sin lectores.Sobre la muestra de obras y poetas, aclaramos también que fue realizada con el criterio de un editor partícipe de un acto que bien puede definir un momento de transición en el desarrollo de la literatura caucana. Aunque esta circunstancia no nos exima de haber cometido alguna omisión, no siempre advertida. No obstante, figuran allí los nombres necesarios para reanudar el diálogo entre autor y lector suspendido durante medio siglo, al considerar que la mejor investigación, ya clásica, sobre la poesía y el periodismo literario, fue realizada por José Ignacio Bustamante en el año 1955, bajo el título de “La poesía en Popayán”.El interregno de cinco décadas de silencio editorial que media a partir de esa fecha y el nuestro libro, es un periodo caracterizado por la emergencia de nuevos autores y la ausencia de panoramas y antologías en todos los géneros de la literatura regional. No obstante, es necesario anotar también que en 1987 aparece una antología de poetas caucanos, que sin embargo no alcanza a renovar el panorama de la época; pues en esa ocasión el antólogo viene a replicar de forma parcial y resumida el trabajo de Bustamante. Y sin el alcance historiográfico y crítico, de que carecen el prólogo y las entradas a los autores/as, estimamos que este último trabajo comentado poco contribuyó al propósito de remozar el corpus de obras y escritores conocidos en la región, tal y como podría suponer es el objeto de una antología de fin de siglo. La excepción la constituye una muestra muy breve de la poesía joven del momento, representada en las voces de Gustavo Wilches (1954) y Cristóbal Gnecco (1960). Sin embargo, anotamos de nuevo, que al no incorporar otros nombres visibles en el contexto local y nacional de entonces —verbi gratia Plutarco Elías Ramírez (1933-1968), Víctor Paz (1945), Horacio Benavides (1949)—, la historiografía de la poesía en Popayán y el Cauca, deja la fuerza expresiva y el poder imaginativo del presente en manos de la contención y el repliegue propio de una mentalidad extemporánea, que estima la tradición poética como un “continuom” sin variedad y en función única de la defensa de una pretendida esencialidad y pureza original de sus fuentes, sin advertir siquiera el movimiento constante que la renueva desde otros ámbitos con sus cambios y transformaciones vitales. Frente a lo expuesto hasta ahora, “Silencio de serpientes sobre el tesoro” es un libro de voces múltiples; diverso en estilos; desigual en calidades; explorador de formas estéticas y modos de pensamiento nuevos, bien o poco conquistados, pretende por el contrario de lo anterior dar cuenta al menos de manera documental, de una mirada vasta, y en parte decantada, de la poesía escrita en Popayán durante un tiempo histórico reciente, que reiteramos, no ha contado con una lectura crítica que la analice. Frente a este problema, sólo las escasas publicaciones periódicas locales sostenidas con tenacidad, y otras de menor duración, que sin embargo aún mantienen un mínimo nivel de circulación entre un grupo reducido de lectores, han contribuido a que la creación poética tenga vida en la realmente modesta actividad cultural de la ciudad, y ahora este testimonio de su presencia, que debe acogerse, insistimos en señalarlo, como una aproximación parcial del tema.


“Silencio de serpientes sobre el tesoro”.

Poesía contemporánea en Popayán (1975-2005).

Editorial Universidad del Cauca,

2006

INVISIBLES DE MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE



Monólogos de la calle



Escrito por Katherine Castañeda Romero
jueves, 23 de abril de 2009


El escritor caucano se suma a la invitación del Día Libro y lanza hoy en Nariño ‘Invisibles’.

Marco Antonio Valencia Calle regresa al ruedo y capotea las adversidades de la industria editorial con su nuevo trabajo literario ‘Invisibles, biografía de muchachos de la calle’.Como jamás lo imaginó, esta vez se arriesga con un tiraje de 5 mil ejemplares “creo que con 20 años de trayectoria puedo darme el lujo de decir que no me voy a ‘encañengar’ con los libros, sé que va a tener mucha demanda y más porque está pensado para trabajar con la población estudiantil”, dice su autor.‘Invisibles’ es un texto didáctico que cuenta historias interesantes y de impacto sobre personas “que no determinamos socialmente porque recogen botellas, venden periódicos y hacen aseo en la calle. Son narraciones de vida muy valiosas, ejemplos para quienes tenemos cierto bienestar”.


El libro cuenta en el apéndice con una estrategia pedagógica de escritura ‘La autobiografía como proyecto de aula’ para motivar a los estudiantes a escribir sobre sí mismos con mejores competencia y formación en valores. Su lanzamiento comienza con un recorrido hoy en el departamento de Nariño.Valencia Calle visitará varias instituciones educativas en Pupiales¸ Ipiales, Samaniego y Pasto.

En la capital del Cauca la presentación oficial será en el mes de mayo.


Obras del autor1986

Letras al viento –Cuentos2002

Oscuro por claritas – Novela2005

Los versos de la iguana –

Poesía Bestiario familiar –

El profesor espantapájaros



‘Invisibles’ contiene 14 historias,80 páginases un libro didáctico, fácil de leer y con mucho humor, pero en el fondo dramático.


“Sigo en la línea de escribir para jóvenes, me interesa llamar su atención para captar público y darme a conocer”: Marco Antonio Valencia Calle.

NATALICIO DE GUILLERMO LEON VALENCIA

Cien años de historia



Escrito por Katherine Castañeda Romero
lunes, 27 de abril de 2009
La Casa Museo ‘Guillermo León Valencia’, en la calle 5 #9-82, abrirá sus puertas al público para dar a conocer hoy en la fecha del nacimiento del ex presidente payanés, su vida política y personal. POPAYÁNY llegó la fecha, hoy 27 de abril se celebra el nacimiento del payanés Guillermo León Valencia, ‘el estadista de todos los tiempos’ (1909-2009).

Con una programación académica y actos protocolarios, payaneses y caucanos rinden homenaje a quien fuera Presidente de la República entre 1962 y 1966.PROGRAMACIÓN OFICIALCatedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción8:30 a.m. Eucaristía oficiada por Monseñor Iván Antonio Marín López, Arzobispo de PopayánCasa Museo Guillermo León Valencia10:00 a.m.

Homenaje a la memoria del ex presidente Guillermo León Valencia10:30 a.m. Inauguración de la Casa Museo ‘Guillermo León Valencia’11:00 a.m. Copa de vinoParaninfo ‘Francisco José de Caldas’ 7:00 p.m. Concierto Banda Sinfónica de la Universidad del Cauca

PROGRAMACIÓN ACADÉMICA

Abril 27Auditorio Casa Museo ‘Guillermo León Valencia’ 3:00 p.m. Conversatorio sobre la vida y obra del ex presidente Guillermo León ValenciaOrientadores: Francisco Varona y Guido Enríquez Ruiz4:30 p.m. Proyección de video sobre Guillermo León Valencia.


Abril 28T
eatro Municipal ‘Guillermo Valencia’
11:00 a.m. Conferencia ‘Guillermo León Valencia, hombre de estado, presidente de la paz’. Conferencista: Marco Antonio Valencia Calle

Para estudiantes de grados 10 y 11 de las instituciones educativas de PopayánAuditorio Casa Museo ‘Guillermo León Valencia’ 3:00 p.m. Conferencia ‘La sustitución de la candidatura de Guillermo León Valencia y su posterior elección como presidente’.

Conferencista: Ignacio Valencia López4:30 p.m. Tertulia ‘Anecdotario sobre Guillermo León Valencia’.Orientadores: Jaime Vejarano, Cargueros del Cristo del Cachorro y Cazadores5:30 p.m. Visita guiada por las salas del museos y exposición del paso El Cristo del Cachorro

viernes, 17 de abril de 2009

Voces intermitentes, Poesía joven

RESEÑAS LITERARIAS: VOCES INTERMITENTES



Por: FELIPE GARCÍA QUINTERO


Por el título dado a este breve volumen de versos —34 páginas en total—, podemos comprender el gesto inicial que caracteriza a un escritor en formación: de la mano y la voz de sus amigos, abrirse paso juntos en un camino poblado de desconocidos, para así ser tenido en cuenta sin correr los riesgos de pasar solos al frente y, ante la mirada de no se sabe quién, dar la primera lección de aquello apenas aprendido. Hacer minga en poesía; es decir, publicar un primer libro de manera colectiva, es usual y hace honor, repetimos, a la amistad como también aminora en algo el temor de salir del anonimato y caer directamente en el desprestigio o el descrédito, al sabio decir de José María Serrano. Sin embargo, la responsabilidad personal no es posible de omitir y lo poco dicho hoy da mucho por decir.Y todo esto sucede cuando se trata de un género como la poesía, donde tantos incurren con brío, fascinados por la libertad del canto, y son pocos quienes continúan ese camino misterioso de revelaciones, que acaso no se comprenden, para al cabo sólo poder recordar algún superviviente que no claudicó de su propósito lejano de ser poeta. De entre esta amplia generación viva recordamos activo a Carlos Fajardo.Pero estas líneas no están para juzgar intentos sino para acaso valorar acciones valientes como el esfuerzo creativo de ese grupo de muchachos universitarios (López, Fajardo, Cárdenas y Mendoza), que a fines de los setenta irrumpen en la ciudad letrada con su palabra poética, y quienes por esos mismas noches tomaban lugar, junto a otros compañeros de generación, en la peripecia editorial y activista del grupo literario y cultural “La Rueda”. Nos preguntamos ahora cómo era la Popayán de entonces y una primera respuesta emana de la lectura de “Voces intermitentes”. Ciudad de muchas voces que creíamos seguir bajo el monocorde acento modernista. Y esa nueva polifonía verbal, sin la cosmética retórica frecuente, reclama anotar también que responde a la diversidad territorial ocupada por el arribo a la ciudad de gentes de muchas partes del país, todos en calidad de estudiantes universitarios, igual que ahora, aportando sus ideas y pensamiento. Y como al gesto primero de la solidaridad generacional lo respalda, a su vez, el pulso firme de un escritor reconocido como es el caso del talentoso cuentista que fuera en vida Fernando Solarte Lindo, éste menciona de los jóvenes poetas, escrito en su nota de presentación al libro, “la ilusión cálida y el afán que los sacude”, por el hecho mismo de escribir versos y compartir las páginas de un libro, hoy fundacional de la nueva poesía en la ciudad. En la época en que la vida y la literatura no son cosas distintas, las fronteras entre arte y existencia, entre reflexión y sentimiento, son abolidas; por ello, la denominación de “poemas juveniles” que les otorga Fernando Solarte Lindo, tiene todo el poder inaugural de las emociones que ahora son memoria, huella de un camino; tal y como podemos recibir en estos días una poesía hecha de la fecunda inexperiencia

jueves, 16 de abril de 2009

ASUNTO: Primer Encuentro Regional de Escritores en Timbio

BOLETIN DE PRENSA
DE: ESCUELA DE FORMACION LITERARIA DE TIMBIO
PARA MEDIOS COMUNICACIÓN POPAYAN YEL CAUCA
18 de abril de 2009
Fuente: Marco Antonio Valencia Calle / valenciacalle@yahoo.com



Timbio realizará El Primer Encuentro Regional de Escritores para celebrar el día del idioma, el día del libro y el día del bibliotecario, el próximo miércoles 22 de abril.
La actividad esta organizada por la Escuela de Formación Literaria de Timbio, el colegio San Antonio de Padua, y la Concentración Escolar Guillermo Valencia.
La convocatoria busca rendirle un homenaje a los escritores del departamento, que con su actividad poética y literaria permiten que miles de personas puedan soñar a través de literatura.

LOS ESCRITORES VUELVEN A LAS AULAS

Cada escritor ofrecerá un par de conferencias en las aulas de clases para exponer sobre su vida, obra y aspectos básicos de la literatura, para que los estudiantes puedan interactuar de forma directa con los artistas de la palabra.
Al final de la jornada se ofrecerá un banquete gastronómico especial para los escritores y docentes de idiomas, al tiempo que se les entregará un pergamino en reconocimiento a sus trayectoria y dedicación literaria.

Escritores de Santander de Quilichao, Caloto, Puerto Tejada, Bolívar Cauca, Silvia, Popayán y Timbio, se harán presentes en este importante evento que se aspira a convertirse en una tradición cultural para el reconocimiento y el encuentro entre los artistas de la palabra de nuestro Departamento.

Novela histórica y mágica

EL ESCRITOR FUE INVITADO POR LA ASOCIACION CAUCANA DE ESCRITORES
A PRESENTAR SU LIBRO EN EL MARCO DE ACTIVIDADES REALIZADAS DURANTE LA SEMANASANTA





Escrito por Katherine Castañeda Romero
jueves, 16 de abril de 2009

EL LIBERAL


‘La flecha incandescente’ es la primera novela que lanza el escritor Giovanny Castro. En Popayán la presentó la semana pasada con el apoyo de la Asociación Caucana de Escritores.Un paso serio en la literatura es el que da el escritor nariñense Giovanny Castro con la publicación de su primera novela ‘La flecha incandescente’ que presenta con orgullo en esta capital.El profesional en Historia, de 30 años, oriundo de Pasto, visitó la ciudad para mostrar un relato que va desde lo contemporáneo hasta el conflicto de 350 años atrás, en tiempos coloniales, de la vida urbana y del mismo sentimiento del amor.“Aquí trato de rescatar la historia de los vencidos que se da entre los espacios diversos que marcan la geografía y el tiempo. Es decir, las ciudades o los lugares de la memoria del día de hoy como la selva, con ese poder evocador del misterio y de la violencia esencial que en ella reposa”, explica su autor.El texto narra la vida de un personaje situado en una biblioteca universitaria que es impulsado por una intuición semejante para ejercitar sus divagaciones literarias escribiendo un documento que pueda ser asimilado a la realidad histórica y trama una serie de desaciertos para darle vida, entre ellos, hacer participar del invento a una amiga del pasado. Claro que no es el único personaje, otro asume su pertenencia a un pueblo de vencidos como impulso narrativo para hallar equilibrio y sentido mediante una especie de amor esencial. Y es que es una novela de aprendizaje y formación, “en la que el personaje está en crecimiento, se utiliza la metáfora del viaje que da formación y lección de vida con una revelación que le hará tomar otro destino”, prosigue.Lo más importante de este proceso, según Castro, son los valores literarios que encontró durante su escritura. Además, la temática urbana y la narrativa le permitieron ahondar más en el mágico mundo de las letras.Investigación literariaTodo emprendimiento literario necesita una investigación y para la novela ‘La flecha incandescente’ del nariñense Giovanny Castro no hubo excepción.“Pero la diferencia es que el tipo de investigación que suele hacer el escritor de formación diversa no necesita tanto las formalidades de la investigación social; por ejemplo, un marco teórico, marco contextual, justificación y objetivos, en fin, todo lo que uno aprende en la academia, por el contrario, nuestra investigación es de la formación humanística y antropológica, de diversas fuentes desde la búsqueda literaria, de las lecturas que a uno lo forman como lector y persona”, expresa Castro.Y esa investigación sólo se reconoce en el resultado de una publicación. “En mi caso me di cuenta que he leído mucho, que sé de cosas que no las tenía tan presentes como la mitología, la historia del indio amazónico y el conflicto de la sociedad invasora cristiana. Temas de los que también trato en el libro”.Es la propia exploración personal que sólo se conoce cuando se hace una reflexión de vida. “La temática de un libro es la necesidad que uno siente de contar; la intención narrativa es una fuerza interior que uno no puede reprimir y el tema específico surge de una decantación, todas esas fuerzas que uno reúne”: Giovanny Castro.

Regalo para los niños colombianos

por JORGE ORLANDO MELO
EL TIEMPO

Aunque los jóvenes colombianos tienen gran confianza en su sabiduría, la realidad no confirma sus ilusiones. En las pruebas educativas internacionales, como TIMS y PISA, están entre los que, antes del examen, se creen más sabios y capaces, pero quedan en los últimos puestos, a gran distancia de países como Finlandia o Corea.
¿Por qué son tan débiles nuestros estudiantes? Es difícil precisar las causas. La calidad de maestros y padres es esencial, pero mi hipótesis es simple: nuestro sistema escolar sigue basado en métodos que no promueven la lectura, que es el eje de la cultura científica y humanística de hoy.
Los colombianos aprenden a leer al mismo tiempo que los de otras partes, pero practican esta habilidad raras veces, mientras en los demás países la cultura y el sistema de enseñanza promueven un uso frecuente del libro o el computador. Un niño que aprendiera a nadar y solo se ejercitara de vez en cuando no podría competir 10 años después con los que hubieran entrenado una o dos horas diarias.
Del mismo modo, los colombianos no pueden compararse con los finlandeses, que, como decía la Ministra de Educación de ese país al explicar sus altos resultados, se acostumbran a prestar libros de sus bibliotecas desde los 4 años. Los adolescentes colombianos leen mal, tienen un vocabulario limitado, les cuesta seguir argumentos escritos complejos, no saben buscar información, no evalúan la pertinencia y solidez de lo que leen y más del 90 por ciento, según el examen del Icfes, no tiene capacidad de lectura crítica. No dominan la herramienta principal del conocimiento.
Por supuesto, muchos niños desarrollan estas habilidades, pero son, sobre todo, los que provienen del escaso 20 por ciento de hogares donde hay libros y computadores y la lectura es frecuente. Los que más sufren esta carencia son los niños que van a los colegios públicos y privados más pobres, donde no hay libros, y viven en casas donde tampoco hay libros ni computador.
En 12 años habrá computadores en todas partes. El Gobierno busca que en el 2010 haya uno por cada 20 estudiantes, y para el 2019, o quizá un poco antes, habrá al fin un computador para cada niño. Mientras tanto, la mayoría de los niños que ya están en la escuela o entren a ella en los próximos años, estudiarán sin computadores ni libros. Gran parte de esa generación habrá perdido la oportunidad de formarse como lo exige nuestro tiempo.No es fácil cambiar a padres y maestros. Pero mucho podría remediarse con algo más sencillo. El Gobierno actual, con eficacia, ha dotado de bibliotecas unos 800 municipios. Pero solamente en algunos programas escolares, como Escuela Nueva, se toma realmente en serio el libro. A las bibliotecas públicas, parece, van apenas los niños que han adquirido, casi por azar, el hábito de la lectura. Que encuentren buenos libros allí es un gran avance, pero no suficiente.
¿Qué hace falta? Libros en las escuelas, para que todo niño pueda caer en ese vicio creativo, sin darse cuenta, en el proceso diario de formación. Y dotar las escuelas es fácil y barato. Si el Estado pone un libro por cada niño, está ofreciendo 30 o 40 libros por salón, y cada niño tendrá 400 o 500 libros para leer a lo largo de sus estudios, que podrá completar con los de la biblioteca pública. Un libro por niño son diez millones de ejemplares, que cuestan menos que dos kilómetros del Metro de Bogotá o que la mitad del subsidio que se da cada año a los empresarios agrícolas. El problema no es de recursos, sino de decidir si los niños merecen este regalo, o si es preferible usar esa plata en cosas más importantes.
En 15 años no necesitaremos libros en las escuelas: los niños leerán, mal o bien, en equipos electrónicos. Pero los niños de hoy, que no alcanzarán a tenerlos, se merecen un último regalo.www.jorgeorlandomelo.com
Jorge Orlando Melo

lunes, 13 de abril de 2009

murio MARIO RIVERO


Mario Rivero [1933-2009]


por: Harold Alvarado Tenorio


Una de las mas inconsistentes imposturas de cierta crítica interesada, es la superchería de hacer de Mario Rivero[1], primero un poeta, luego el autor de “uno de los mas bellos libros de la poesía colombiana”, y de contera y por adelantado, sostener que con su primera extravagancia, titulada, impunemente, setenta años después de Baudelaire, Poemas urbanos, habría cambiado la lírica en Colombia. Ya veremos porque no hay tal. Mientras tanto, recordemos que Rivero es “el propietario de la única empresa cultural y poética que deja utilidades en plata, la revista Golpe de dados”, y que en ella, precisamente, la inconmensurable obra del trovador antioqueño no sólo ha sido publicada y reeditada, sino extensamente comentada y elogiada. Así, Rivero ha hecho de Golpe de dados la mejor tribuna de su gloria y el mas dilatado pedestal de su estatua: lleva en circulación casi cuarenta años. Mario Rivero, seudónimo de Mario Cataño, es uno de los mitómanos de la farándula colombiana mas singulares, cuya vida, mas que su llamada obra poética, amerita una novela, o una biografía como la que hizo Fernando Vallejo de Barba Jacob, con quien Cataño tiene mas de una analogía, al menos hasta el momento que comenzó a disfrutar de la gloria y los frutos de sus bizarras empresas bursátiles. Nacido, al parecer, en Envigado, la misma patria de Pablo Escobar, hijo de un obrero de una fábrica de telas, recorrió, como correspondía a un típico vástago de la Antioquia pendenciera, todos los caminos del calvario hasta llegar al monte de los Olivos de la satisfacción que da la fama y la fortuna. Según todas las malas lenguas, Cataño habría sido veterano de la guerra de Corea, trapecista de circo y domador de elefantes, contrabandista y vendedor de refrigeradores, enciclopedias y colecciones de premios Nóbel, cantante de tangos en el bar Manhattan de Mario Vélez y El Rosedal de doña Blanca Barón, “manager” de boleristas, empresario e inventor de hojas de vida de toreros, locutor de radio, marchante de obras de arte, “crítico” de arte, vendedor de esmeraldas, cambista de moneda extranjera, avicultor, técnico en maquillaje de estrellas y gigoló de viejas damas de los radioteatros de la capital de Colombia, aparte de un consuetudinario enamorado de las secretarias de las oficinas de los abogados de la carrera séptima, a quienes habría conquistado con un método tremendamente eficaz: medio pollo asado y un par de zapatos de tacón alto de los almacenes Ley. “Mario, cuando estaba chiquito, - escribió en un reportaje Gonzalo Arango Arias- dejó la escuela pública para trabajar de obrero en Rosellón. Después se aburrió de trabajar y se dedicó a vivir. En el bello sentido de la palabra es un gran "vividor". […]Cuando lo conocí me dijo que se llamaba "Mario del Rivero", que era argentino, más exactamente cantante de tangos, y que acababa de regresar de una gira triunfal por Europa y París. Como yo era bachiller y existencialista, le pregunté por Sartre en francés, y él me contestó cantando un tango de Gardel, ese que dice: "Che madame que parlás en francés"... y con eso se salió del lío. Entonces supe que Mario no sólo era un "vividor", sino también un impostor y un poeta milongo, bailongo y tanguero. […]Así fue como lo conocí. Después lo seguí viendo en circos ambulantes, esos de carpa, donde hacía "extras" de galán joven, acróbata, levantador de pesas, prestidigitador, fakir, recitador. Combinaba su estrellato de barrio bajo con líos sentimentales que, por pasarse del límite, lo encerraban en la cárcel de La Ladera inculpado de seductor, secuestrador y falsas promesas. Yo creo que cantando tangos o recitando poemas de Asunción Silva, este avivato lograba evadir la culpa y el presidio. […] Como tenía una memoria prodigiosa se aprendió varios discursos y emprendió una gira de conferenciante por los pueblos de Antioquia, ofreciendo veladas culturales donde alternaba las ideas estéticas, las recitaciones románticas, y el tango milonguero. Entre los discursos de Maya había uno de coronación, y de él vivió dos años, pues se hacía contratar en los pueblos para coronar la reina del civismo, de la bondad, de la cebolla, del huevo. Sólo tenía que cambiar el nombre de la reina que coronó Rafael, por la de turno. Todo esto lo hacía con candorosa inocencia, con genial inocencia. Aún no había escrito sus primeros versos, pero ya era un poeta; el poeta épico de su propia vida. Pues este joven se defendía de la miseria con las uñas, con la poesía de otros. En su feroz batalla por subsistir legitimaba todas las armas. Su mayor triunfo, creo yo, es haber sobrevivido a las adversidades y tentaciones de una existencia conformista. Pero la naturaleza y la raza lo habían dotado de una prodigiosa imaginación que usaba contra la penuria y los límites. […]Hace ocho años se sintió frustrado en Medellín y vino a probar "fortuna" a la capital. El hambre y la soledad lo arrojaron en las tinieblas de la poesía y se operó en él una conversión. Pasó del infierno de la imaginación al de la creación, y se volvió poeta con sus propias manos.” Adscrito al Nadaísmo, el cual aborrecería luego, Cataño publicó en 1966, en lujosa edición, un cuaderno con sus escritos al cual tituló Poemas urbanos, con una prosodia, sintaxis y vocabulario extraídos de si mismo y que pretendía representar el mundo citadino de entonces. Un lenguaje que por lo ordinario y banal, pretendidamente proletario (¿cuál será el lenguaje de los proletarios?), es la antítesis de cualquier poema. No ha existido nunca, en ninguna lengua, poesía a partir de la trascripción llana y ramplona del habla. Ninguna germanía fue por si sola, sin la intervención de los poetas, obra de arte. La escritura de Cataño es pura y simple realismo socialista: sus personajes son pobres diablos, gente fea y triste, las víctimas del Frente Nacional, que por ello, no se convierten en poesía, así sea poesía lumpen proletaria. Y sin ideología pues ni ellos ni su creador la tienen. Lo cierto es, que cuando Mario Rivero publicó su primer libro, hacía cinco años que Jorge Gaitán Duran había publicado Si mañana despierto y siete de la aparición de La vida cotidiana de Eduardo Cote Lamus, y sólo faltaban dos para que se recogieran en libro los espléndidos y esos si revolucionarios poemas de Jaime Jaramillo Escobar, conocido entonces como X-504. Dos de esos libros, el de Gaitán y Jaramillo, hicieron trizas las tradiciones, tanto formales como ideológicas, de la poesía en Colombia. La insistencia en querer ver en las mecanógrafas, gamines, banqueros y empresarios que aparecen en los “poemas” de Rivero a los sujetos, per se, de una nueva lírica que se opondría a las visiones y tonos de Gaitán y Jaramillo, demuestra la ignorancia, o la mala fe, de los comentaristas de libros de entonces[2]. Porque leídos hoy, con casi ocho lustros encima, los Poemas urbanos no resisten una segunda lectura. Ayer como hoy son en su mayoría mediocres, nada dicen, usan un pobre español. ¿Por qué pensó Rivero que para celebrar la miseria y la mezquindad de la existencia había que ser avaro con el lenguaje? Mas que narraciones , estos textos son caricaturas. En esos poemas de Rivero, como en casi toda su obra posterior, escasea el tono, la voz que como de un dios crea la vida en los textos. Cobo Borda ha dicho que esos poemas se han ido “descascarando” con el paso del tiempo. Que otra cosa son esos domadores de pájaros, obreras de quince años que van al Parque Nacional, unos astronautas, otras secretarias aburridas, y esos tipos parados en las esquinas mascando chicle, sino caricaturas? Y que decir de esas insólita serie de Vietnamitas de Rivero dignos de la tradición de la pobreza que habla Cobo Borda? Lastimosamente casi nada queda ya de la obra de Rivero, recogida en más de una docena de libros. Un “poeta” que pretendió hacer el retrato de su tiempo a través de los hombres y mujeres silenciosas que recorren las metrópolis contemporáneas, o están recluidos en las prisiones de sus habitaciones, o venden toda clase de objetos en las calles, o tragan el fuego de su miseria, o cosen atadas al pedal de una Singer o mueren en las calles en plena juventud. Pero ni la señorita Betty, ni Saulo Salinas, ni Irma la Dulce, ni el Tío Ho Chi Min, Ernesto Guevara, Bonny & Clide o Gertude Stein viven en sus “poemas”. “Fotos y postales callejeras, ha dicho Cobo Borda, que narran lo que pasó, lo que está pasando, lo que ya dejó de existir, efímeras como un periódico”. Porque lo que circula en sus libros son los despojos de una lengua, un español atropellado y caótico, sin voz ni música. Por eso sus textos son su más grande derrota.

[1] En Argentina hubo un poeta y cantor de tangos con el mismo nombre, Mario Rivero, nacido en 1913. Desde muy joven se radicó en Montevideo y allí desarrolló sus actividades de autor teatral y de radioteatro, etc. Creador de una serie de comedias teatrales en las que se incorporaban tangos lo llevó a ser el autor de "Muchachos que peinan canas" entre otros que realizó junto a Donato Racciatti.[2] En justicia, se podría decir que los inventores del “poeta” Mario Rivero son María Mercedes Carranza, Darío Jaramillo Agudelo, Nicolás Suescún y Hernando Valencia Goelkel, miembros todos del mudo y sin voto Comité de Redacción de la revista Golpe de dados, junto con la siguiente y despampanante nómina de ausentes y difuntos, compuesta por Álvaro Mutis, Aurelio Arturo, Danilo Cruz Vélez, Eduardo Carranza, Eduardo Escobar, Federico Díaz Granados, Fernando Arbeláez, Fernando Charry Lara, Giovanni Quessep, Héctor Rojas Herazo, Jaime García Mafla, Jorge Guillén, José Emilio Pacheco, José Luís Díaz Granados, Jotamario Arbeláez, Juan Gustavo Cobo Borda, Juan Manuel Roca, Manuel Mejía Vallejo, Pedro Gómez Valderrama, Ramón de Zubiría, Rodolfo Alonso, Rogelio Echevarria y Rubén Sierra Mejía.
Saludos desde Cali!!
Escribo con motivo de la creación de un blog en el que publico parte de mi trabajo poético.
Sería grato contar con vuestra visita y comentarios respecto de mis poemas.
POEMAS PARA NADIE
Agradecido,
Ricardo CanizalesCali - Valle - Colombia

domingo, 12 de abril de 2009

RECITALES DE SEMANASANTA ORGANIZÓ LA ACE






Grupo de poetas invitados que leyeron los tres días, en los recitales organizados por la ACE


Fabio Holguin y Marielly Valverde vinieron desde Santander de Quilichao, así como el poeta Gustavo Constain vino desde Cali, para participar de los recitales de la ACE

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La ACE Asociacion Caucana de Escritores, organizó los días lunes 6, martes 7 y miércoles 8 de abril recitales de poesía en el Auditorio del Area Cultural del Banco de la República, en el marco de la Semana Santa de Popayán.








A los eventos literarios asistieron muchas personas que calificaron de grato espacios dedicados a la palabra en medio de la oferta cultural de la ciudad, y posteriormente los poetas realizaron tertulias que con seguridad, edificaron sus espíritus.

FERIA DEL LIBRO EN SANTANDER DE QUILICHAO





Imagenes de la feria del libro en Santander de Quilichao

MARCO ANTONIO VALENCIA, INVITADO ESPECIAL A LA FERIA DEL LIBRO EN SANTANDER

EL ESCRITOR MARCO ANTONIO VALENCIAINVITADO ESPECIAL A LAFERIA DEL LIBRO EN SANTANDER DE QUILICHAO
Durante la Semanasanta del 2009, el escritor Marco Antonio Valencia Calle, fue el invitado especial de la 3° Feria del Libro de Santander de Quilichao, organizado por varias instituciones del municipio, entre ellas la Cámara de Comercio, la Secretaria de Educación y la Alcaldia Municipal, en asocio con las librerias de la ciudad, quienes gestaron la visita del escritor payanés, quien aprovechó la oportunidad para hacer el lanzamiento de su libro: INVISIBLES, historias de muchachos de la calle.La feria fue todo un éxito, cada día cobra más invitados, tiene mayor proyección y las librerias se esmeran por tener una variada colección de revistas, libros, enciclopedias para todos los gustos y tendencias."Este evento, y los recitales de poesía que se vienen realizando en el municipio, convierten a Santander en un polo de desarrollo cultural y literario envidiable para el sur occidente colombiano", dijo el escritor en su discurso de agradecimiento por el homenaje, a la vez que resalto el esfuerzo de la administración municipal por conservar e impulsar propuestas que como estas, cuyas repercusiones y beneficios solo se verán a largo plazo en pro de una mejor cultura para sus conciudadanos.

domingo, 5 de abril de 2009

IV CONCURSO NACIONAL DE LITERATURA ‘LOS GUAYACANES DE POPAYÁN’

Género: TestimonioTema:
‘Vivencias ambientales’ relatadas en forma de Testimonio.Categoría: Adultos, juvenil e infantil
El Movimiento Ambiental del Cauca, "Los Guayacanes", La Corporación Autónoma Regional del Cauca –CRC, y La Escuela de Formación Literaria de Timbío, están convocando al "IV Concurso Nacional de Literatura Los Guayacanes de Popayán” con las finalidades de promover la creación literaria, fortalecer la identidad de nuestros pueblos y expresar por escrito y en forma de Testimonio, vivencias ambientales que den cuenta de la conciencia ecológica de los colombianos frente a los desafíos de la humanidad en el siglo XXI.
BASES DEL CONCURSO:
1. LUGAR DE LA CONVOCATORIA: Pueden participar todas las personas nacidas en Colombia, y residentes en el país o en el exterior; con una obra inédita en el género Testimonio, que no haya obtenido otro premio y cuyos derechos no se hayan cedido a ningún editor en el mundo.
2. TEMA GENERAL: ‘Vivencias ambientales’ contadas en forma de Testimonio. 3. CATEGORÍA: Habrá tres categorías: adultos, juvenil e infantil.Infantil (6-12 años cumplidos), juvenil (13-18 años cumplidos) adultos (19 años en adelante). La categoría en la que se participa deberá especificarse en el sobre externo. 4. APERTURA Y CIERRE DEL CONCURSO:La apertura se da el día 22 de abril de 2009, (día Mundial de la Tierra). El plazo de admisión de originales vence el jueves 13 de agosto de 2009 (día nacional de las Organizaciones ecológicas y ambientales). 5. ENVÍOS: Los trabajos deberán enviarse a: Señores:‘IV CONCURSO NACIONAL DE LITERATURA LOS GUAYACANES DE POPAYÁN’. Avenida 6ª A Nº 5N-17. Oficina 123. Centro Comercial La Casona. Popayán, Colombia. -Favor especificar en el sobre la categoría en la que participa.-
6. REQUISITOS: Los participantes deben enviar tres (3) copias de un Testimonio, que no sobrepase las dos páginas, escritos en hojas tamaño carta, a doble espacio, letra tamaño 12, firmada con seudónimo.
En sobre aparte, y dentro del sobre principal, incluir la fotocopia del documento de identidad (cédula de ciudadanía, tarjeta de identidad o registro civil), y junto al seudónimo y el título del Testimonio de la ‘Vivencia ambiental’ enviada, los datos personales como nombre, dirección, teléfono, e-mail (si lo tiene) y una breve hoja de vida de no más de una página. Dicho sobre debe ir cerrado y solo marcado con el seudónimo y el título del cuento.
7. PREMIOS: Los premios para los ganadores en las distintas categorías son obras de arte de reconocidos pintores caucanos así: Adultos: De la serie Abstracciones del paisaje, ‘Arbol en la tarde’. Óleo del Maestro Rodrigo Valencia Quijano, avaluado en $1.000.000.oo Juvenil: Óleo paisajista del Maestro Gustavo Hernández, avaluado en $ 500.000.oo Infantil: Acuarela, ´Cascada La Alazana’ del Maestro Darío Noguera, avaluado en $ 500.000.oo
Se otorgarán además 2 menciones de honor en cada categoría. Habrá un premio especial, para la Institución educativa pública o privada, con mayor número de concursantes, consistente en una colección de libros editados por la CRC. Los Testimonios ganadores serán publicados en una edición ESPECIAL de 1.000 ejemplares. Cada ganador recibirá 10 EJEMPLARES correspondientes al reconocimiento por derechos de autor de la edición. 8. FECHA DE PREMIACIÓN: El anuncio de los resultados del concurso tendrá lugar el día martes 13 de octubre de 2009, dentro de la celebración del día mundial del árbol (12 de octubre) en ceremonia especial, a realizarse en el Auditorio del Banco de la República a las 5 p.m. 9. JURADO. El jurado final estará integrado por escritores y/o ambientalistas de trayectoria nacional, cuyos nombres se darán a conocer en la ceremonia de premiación. 10. Los organizadores no mantendrán correspondencia acerca de los originales presentados y los trabajos que no se premien no serán devueltos. Todos los trabajos enviados quedarán archivados en la biblioteca del Movimiento Ambiental Los Guayacanes y podrán publicarse en campañas diversas en favor del medio ambiente. 11. La participación en este premio implica la total aceptación de las presentes bases. Su interpretación o cualquier aspecto no previsto corresponden al coordinador literario en asesoría del jurado. INFORMACION: Par información relacionada con el concurso, contactar a los organizadores en: valenciacalle@yahoo.com, hildapardo@hotmail.com, amparobastidas@yahoo.comCoordinación general: Arq. Paisajista Lucy Amparo Bastidas Passos (Movimiento Ambiental los Guayacanes)Coordinación literaria: Poetas: Marco Antonio Valencia Calle, e Hilda Inés Pardo Mazabuel (Miembros de la Asociación Caucana de Escritores) Tel: 8202360, 313-7654875, 313- 6950469 ENTIDADES PATROCINADORAS: MOVIMIENTO AMBIENTAL DEL CAUCA, "LOS GUAYACANES" CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DEL CAUCAESCUELA DE FORMACIÓN LITERARIA DE TIMBÍO