El Jurado calificador conformado por los reconocidos escritores: Leopoldo de Quevedo y Monroy, Donaldo Mendoza, y Oliver Lis, enviaron de forma unánime el siguiente veredicto:
GÉNERO: TESTIMONIO
Categoría Infantil:
*Primer puesto:
¡Qué hermosas son nuestras playas!, Protejámoslas. JOSÉ ALEJANDRO TOSCANO SÁNCHEZ. Santa Marta
**Menciones de Honor:
Rescatemos Nuestras Playas. ANDRÉS DANIEL GARCÍA MARTÍNEZ. Santa Marta
Consecuencias del Progreso. GIMARA VALENTINA COBO ARROYAVE. Timbío-Cauca
Categoría Juvenil:
*Primer puesto:
La Mala Yerba. LUIS YEFERSON GÓMEZ NAVARRO. Timbío-Cauca
**Menciones de Honor:
¿Qué queda de nuestro río? KELLY TATIANA SILVA MONTENEGRO. Timbío- Cauca
Concebida Natural. JUAN JOSÉ DELGADO GARCÍA. Popayán
Categoría Adultos:
*Primer puesto:
Algunos Errores de Algunas Personas Grandes. JOSÉ EDILBERTO ROBAYO CASTRO. Pacho- Cundinamarca.
**Menciones de Honor:
1. Los Colores del Recuerdo. MARÍA DEL CARMEN ROSERO. Medellín.
2. Cuando los Dueños te Conducen. ALBA AMPARO LOZADA TRIANA. Ibagué.
INSTITUCIÓN
EDUCATIVA GANADORA
En el “IV Concurso Nacional de Literatura Los Guayacanes de Popayán” fue ganador El Colegio Eduardo Carranza, de Villavicencio, de la que 100 escritores enviaron sus trabajos, convirtiéndose en la Institución con mayor número de participantes que cumplieron con los requisitos exigidos en la convocatoria.
Obtiene Mención de Honor el Colegio San Antonio de Padua de Timbío, Cauca, del que participaron 86 escritores con sus trabajos.
Otras Instituciones Educativas que participaron con sus trabajos fueron:
Estella Matutina de Bogotá: 59
Colegio Cofrem de Villavicencio: 32
Universidad del Cauca: 20
Colegio Centro Pedagógico del Niño, de Santa Marta: 7
Colegio John F. Kennedy: 6
Gimnasio Campestre de Popayán: 4
Reconocimientos especiales fuera de concurso a:
La Institución Educativa Cristo Rey, de Popayán: Se destaca el tesón de la Institución Educativa Cristo Rey, de Popayán, por su persistente participación en los cuatro concursos. Envió 120 trabajos, infortunadamente fuera del tiempo estipulado.
Colegio Cofrem, de Villavicencio: Por sus bellísimos trabajos.
Colegio Fesutrac, de Popayán. Por su apoyo.
PRESENT ACIÓN
Para el Movimiento Ambiental del Cauca, presentar la cuarta versión del "Concurso Nacional de Literatura Los Guayacanes de Popayán”, deja una franja de aromas a quienes con desinterés entregamos nuestro tiempo a estimular la creación literaria ecológica, que promuevan señales de alivio a nuestra recalentada Tierra.
La convocatoria se realizó para todo el territorio nacional. Obtuvo una participación de 482 escritores que desde su horizonte develan confidencias ecológicas, que quizás vuelen como aves mensajeras, a lugares inimaginados.
Es enternecedora la participación de niños que no concurren para ganar, pues aunque no cumplen con los requisitos, ellos orgullosos envían sus trabajos por el gozo de que su colegio se nombre, y manualmente escriben y dibujan, con habilidad tierna, colorida, sensible hacia el pájaro, la rana, la hoja, la flor o el árbol, como los niños del Colegio Cofrem de Villavicencio.
Hoy 12 de octubre día mundial del árbol, queremos rendir un tributo a los guayacanes de Popayán, árboles que estaban amenazados de tala hace 6 años, y su defensa nos condujo a congregarnos en el grupo ambiental Los Guayacanes.
Jalonamos más de 4000 voces para salvarlos; los niños de colegios salían a las calles con dibujos de los árboles; otros los bautizaban con sus nombres en el tronco; algunos jóvenes danzaban al pié de ellos, mientras otros les hacían piruetas con zancos. Ciertos taxistas llevaban a sus hijos a despedirse de los guayacanes con una última cena bajo su sombra.
Hubo de todo, columnistas de opinión, artículos en los periódicos, caricaturas y comentarios en la radio. Todo el mundo hablaba de lo mismo:
- ¡Es imposible que acaben con los guayacanes! Al tiempo que otros exclamaban:
- ¡Yo me amarro a los árboles, no permitiremos que los corten!
Y es que a esos árboles frondosos, el sol de verano los estremece, lucen sin encorvarse cargados de flores apretujadas, amarillas o rosadas. Los guayacanes en invierno sin flor, persisten erguidos y serenos, cubiertos de hojas, de bromelias, orquídeas o líquenes. A esos acompañantes del invierno y el verano, del día y de la noche no podíamos dejarlos ir, y ¡se salvaron!
Hoy, 6 años después persistimos en salvar otros árboles, y parques o zonas verdes en diversos lugares de la ciudad blanca y otros poblados de la región.
A todos ustedes, especialmente a los escritores ganadores, les regalamos abundantes flores amarillas y rosadas de los guayacanes de Popayán.
LUCY AMPARO BASTIDAS PASSOS
Coordinadora Movimiento Ambiental del Cauca
Los Guayacanes
PRÓLOGO
Se dice que la belleza es subjetiva que está en los ojos de quien la contempla, lo que sucede es que aunque la belleza, esté ahí, no todo el mundo repara en ella, quizás nos haga falta un cuadro, una fotografía o un cuento para percatarnos de que algo es bello y tenemos que protegerlo y conservarlo. De hecho mu-chos poetas, pintores o escultores creen que su éxito depende más de su capacidad de observación que de sus aptitudes para plasmar las cosas.
No hay nada que reemplace ver algo por uno mismo, tocar, oler y escucharlo, pero si tenemos la capacidad de plasmar de manera tal que el lector o espectador perciba olores, colores y que pueda en su imaginario trasladarse o emprender viajes a sitios lejanos por medio de la lectura, hemos alcanzado el triunfo.
Una gran oportunidad de vivenciar el universo, es haciendo parte del IV Concurso Nacional de Literatura Ecológica que organiza el Movimiento Ambiental del Cauca, los Guayacanes; la Escuela de Literatura de Timbío y la CRC; promover la creación literaria, fortalecer la identidad de nuestros pueblos y expresar en forma de testimonio, vivencias que permitan lograr la conciencia ambiental de la humanidad, frente a los desafíos en el siglo XXI a través de cuentos narrados por padres, nanas y creados por los niños, es una excelente manera de aportar a la conservación de las obras de arte que encontramos en la naturaleza.
Recibir un cuento leído o narrado es una forma de interactuar con el texto representado en imágenes, que evocan objetos, aves, flores y montañas comenzando a despertar interés por la lectura, entrando así en la magia de comprender el mensaje escrito, descubriendo que se puede reír y llorar, divertirse con el personaje favorito y volar con la imaginación.
Una buena estrategia para crear conciencia ambiental se logra cuando leemos testimonios ecológicos; escribir, leer y dialogar es comunicarse con los demás en espacios y lugares diferentes.
Las obras de arte que encontramos en la naturaleza, tanto grandes como pequeñas no solo nos proporcionan placer estético, sino que puede acercarnos más al arte de escribir y hacer parte del eco para la conservación y protección de los recursos naturales.
JESÚS HERNÁN GUEVARA
Director Corporación Autónoma Regional del Cauca - CRC
Introducción
El Movimiento Ambiental del Cauca “Los Guayacanes” ha logrado abrir la puerta en la conciencia de niños, jóvenes, adultos e instituciones para salvar la Naturaleza cada vez más herida. 190 niños atendieron el llamado en colegios, sorprendieron 251 jóvenes que enviaron sus testimonios y reclamos a las autoridades en sus cuentos y 41 adultos reflexionaron sobre sus experiencias al contacto con el ambiente y su frágil vida.
Los trabajos presentados hablan con angustia de la tala de bosques bajo la mirada complaciente de ciudadanos, alcaldes y entidades oficiales que debían encargarse de conservar los árboles, los humedales, las algas, los musgos, los pájaros, las abejas, las playas limpias. Han lanzado unos ¡ayayay! a favor de bosques, lagunas, montes y prometen que serán guardianes voluntarios y voceros diarios de campañas para no contaminar más el ambiente.
Este libro que recoge los textos ganadores del IV Concurso Nacional de Literatura Los Guayacanes está patrocinado por la Corporación Autónoma del Cauca. Ella tiene la misión de controlar las actividades para conservar sano e íntegro el ambiente en la región e impedir y castigar a quienes violen el sagrado pacto de no hacer daño al cuerpo de la madre Naturaleza.
La voz de este concurso llegó a la Costa Atlántica, a Nariño, al Huila, a Caquetá, a Cundinamarca, a Boyacá y, por supuesto al Cauca. Ojalá las voces infantiles crezcan, los jóvenes se comprometan con lo aprendido en las experiencias que nos cuentan y los adultos aumenten el caudal de sus esfuerzos para amar el agua, el aire, la montaña virgen y los animales que nos alegran la vida.
Felicitación para los organizadores y una voz de aliento para que esta labor tenga un eco urgente en la ciudadanía y en las autoridades responsables de la vida sana de hijos, nietos y biznietos.
LEOPOLDO DE QUEVEDO & MONROY
Columnista y Poeta